jueves, 13 de marzo de 2008

Clásicos

Las películas de contenido social también tienen sus pequeños clásicos o películas que han transcendido más de lo que lo hacen habitualmente. A continuación podrás ver fragmentos de esos films.

El viento que agita la cebada Ken Loach

Irlanda, 1920. Unos campesinos se unen para formar un ejército de guerrilleros voluntarios y enfrentarse a los despiadados Black and Tans (Negro y Caqui, por el color de sus uniformes), tropas británicas que habían sido enviadas para sofocar las aspiraciones independentistas de Irlanda. Llevado por un profundo sentido del deber y por el amor hacia su país, Damien (Cillian Murphy) abandona su prometedora carrera de médico y se reúne con su hermano, Teddy (Padraic Delaney), en una peligrosa y violenta lucha por la libertad. Cuando la lucha de los insurgentes lleva a los británicos a un punto crítico, las dos partes firman un tratado para poner fin al derramamiento de sangre. Pero, a pesar de la aparente victoria, estalla la guerra civil, y las familias que habían estado luchando hombro con hombro se ven desgarradas, y sus miembros convertidos en enemigos.



Las tortugas también pueden volar Bahman Ghobadi

Los habitantes de un pueblecito del Kurdistán iraquí, en la frontera entre Irán y Turquía, buscan desesperadamente una antena parabólica para conseguir noticias acerca del inminente ataque de Estados Unidos contra Iraq.

Un chico mutilado, que viene de otro pueblo con su hermana y el hijo de ésta, tiene una premonición: la guerra está cada vez más cerca...




Hotel Rwanda Terry George

Hace diez años, mientras el país de Ruanda caía en la locura, un hombre prometió que protegería a la familia que amaba y acabó por encontrar el valor para salvar a más de 1.200 personas. Hotel Rwanda narra la ejemplar historia del héroe de la vida real Paul Rusesabagina, gerente de un hotel de Ruanda que hizo acopio de su valentía y astucia para liberar a más de mil refugiados de una muerte cierta durante la guerra civil entre tutsis y hutus. Mientras el resto del mundo cerraba los ojos, Paul abría su corazón y demostraba que un hombre bueno puede cambiar las cosas.




1 comentario:

Wila dijo...

Hola, sólo una recomendación para posts como éste: procura incorporar más enlaces en los textos.